Hacer un No es fácil. Hay muchas cosas que debes cuidar, incluyendo el marketing. De hecho, el marketing es crucial para el éxito de tu empresa. ¿De qué otra manera vas a aumentar tu base de clientes?

Existen muchos tipos de estrategias de marketing que puedes usar para atraer el interés de la gente por tus productos y servicios. La más confiable de todas es el marketing de contenidos. ¿Quieres saber cómo crear una? Si es así, ¡sigue leyendo!

En este artículo encontrarás una breve guía para Con marketing de contenidoUna vez que termines de leer, sabrás qué es el marketing de contenidos y qué pasos debes seguir para crear una estrategia de marketing efectiva. ¡Échale un vistazo!

¿Qué es el marketing de contenidos?

En resumen, el marketing de contenidos es una técnica de marketing que se ha vuelto increíblemente popular en los últimos años. Se basa en la creación y distribución de contenido informativo para atraer a una audiencia claramente definida. Si quieres saber más sobre marketing de contenidos, consulta esta entrada de blog titulada Una mejor guía para el marketing de contenidos SEO.

Defina sus metas

Crear una estrategia de marketing de contenidos eficaz no es tarea fácil, pero tampoco imposible. Para empezar, tendrás que definir tus objetivos. Tus objetivos deben ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y oportunos).

Por ejemplo, si desea mejorar la cantidad de tráfico orgánico que recibe su sitio web, podría empezar por aumentarlo en un cincuenta por ciento durante los próximos seis meses. Este objetivo es SMART: es específico, alcanzable, medible y tiene un fin.

A continuación, deberías encontrar una forma de seguir tu progreso. Así podrás ver si te estás acercando a tus objetivos. Puedes hacerlo llevando un diario, creando una hoja de cálculo o usando una aplicación específica. ¡Tú decides!

Identifique a su cliente objetivo

Tu estrategia de marketing de contenidos no será efectiva si no identificas a tu cliente objetivo. Esto es lo que te ayudará a adaptar tu contenido a... tu mercado objetivo y construir una relación sólida con las personas que tienen más probabilidades de comprar sus productos.

Imagina que vendes un curso dirigido a jóvenes que aspiran a ser influencers. Para obtener los mejores resultados, tendrás que usar la jerga juvenil y el argot de internet. Además, tendrás que hacerlo de forma auténtica y original. Sin embargo, hacer lo mismo obviamente no funcionaría si tu público objetivo fueran personas mayores.

Identificar a tu público objetivo no es tan difícil. Puedes hacerlo de muchas maneras. Por ejemplo, puedes analizar tus productos, ver quiénes son tus clientes actuales y comprobar a quién se dirige tu competencia.

Elija sus canales de distribución

Una vez definidos tus objetivos e identificado tu público objetivo, es hora de elegir los canales de distribución que utilizarás para compartir tu contenido. Existen tres tipos principales de canales de distribución: propios, de pago y ganados.

Los canales de distribución propios son aquellos que pertenecen a su empresa. Usted controla qué se publica allí y cuándo. Estos canales incluyen su sitio web, su blog, sus perfiles en redes sociales y su boletín informativo.

Los canales de distribución de pago son aquellos que puedes usar por una tarifa. Esto puede incluir contenido de influencers y anuncios de búsqueda de pago por clic. Lamentablemente, podría no ser una opción viable si no cuentas con los recursos financieros suficientes.

Por último, existen los canales de distribución ganados. Para acceder a ellos, debes publicar contenido lo suficientemente valioso como para que terceros, como tus clientes, blogueros y periodistas, lo compartan y promocionen gratuitamente; de ​​ahí su nombre.

Depende de usted determinar qué canales de distribución se adaptan mejor a sus necesidades. Si se siente confundido y no sabe por dónde empezar, utilice el método de prueba y error: publique su contenido en diferentes canales de distribución, analice los resultados y utilice esos datos para determinar en qué canal merece la pena centrarse.

Decidir sobre tipos de contenido específicos

A continuación, deberías empezar a crear tu contenido. Para ello, debes decidir qué tipos de contenido quieres crear. La mayoría de las marcas se centran en publicar entradas de blog en sus blogs corporativos. Las entradas de blog son fáciles de compartir, y si no tienes talento para escribir, siempre puedes contratar a un escritor freelance para que escriba una por ti.

Sin embargo, existen otros tipos de contenido en los que puedes confiar. Puedes crear un canal de YouTube y publicar videos, folletos relacionados con tu nicho específico, organizar seminarios web, publicar casos prácticos... ¡Las posibilidades son infinitas!

Publica tu contenido y supervisa su rendimiento

Por último, debes publicar tu contenido y empezar a supervisar su rendimiento. Puede parecer un proceso muy laborioso, pero no tiene por qué serlo. Existen diversas herramientas que puedes usar para facilitarlo.

Si quieres hacer un seguimiento de las veces que tu contenido se comparte en redes sociales, puedes usar las Alertas de Google y los plugins de WordPress para compartir en redes sociales. Si quieres ver qué sitios web enlazan con el tuyo, puedes usar Majestic SEO y Google Search Console.

Existen otras métricas que puedes monitorizar y otras herramientas que puedes usar, algunas de pago. Sin embargo, sin duda será una inversión que valdrá la pena, ya que te ayudará a medir la efectividad de tu contenido. estrategia de comercialización y abordar sus deficiencias.

En conclusión

¡Listo! Crear una estrategia de marketing de contenidos no es tarea fácil. Requerirá que te ocupes de diversas tareas, desde establecer objetivos SMART e identificar a tu público objetivo hasta supervisar el rendimiento de tu contenido.
Si sientes que no tienes suficiente tiempo para completar estas tareas, contratar una agencia de marketing para que lo haga por ti siempre es una opción viable. Podría hacer mella en... tu presupuesto, pero si eliges la agencia adecuada, es probable que termine siendo increíblemente útil a largo plazo.